Había una vez una niña que se llamaba Paula, tenía nueve años y era muy traviesa.
En su Colegio había una silla que nadie, nadie la tocaba: uno, porque estaba prohibido y dos, porque era mágica.
Un día que era la hora del recreo, Paula fue a probar la silla. No había nadie por ahí así que cuando llegó se sentó y….
Se fue a un mundo nuevo. Se fue a New York. Pero no era el New York de toda la vida. Todas la tiendas eran gratis. Pasó por todas las tiendas y se compró todo lo que le gustaba. Pero al cabo de cuatro horas la silla la devolvió al colegio dónde allí sólo habían pasado treinta minutos.
FIN
Autora del texto : Marta Morís Miranda
P.D. la imagen ha sido extraída de Internet